- Las fotografías de Domingo Riera describen la mejor Dénia posible y demuestran que esta ciudad conserva rincones grandiosos pese a sus graves deficiencias
[Vídeo] Dénia, la alegría de vivir | La Marina Plaza. Noticias. Diario de la Marina Alta y Baixa.
Si éste fuera el mejor de los mundos posibles, Dénia sería así: cosida de crepúsculos vertiginosos, torres almohades, playas vírgenes y urbanismos mediterráneos de casas bajas y pavimento antiguo. Así y sólo así: en este vídeo no se ven colapsos estivales de tráfico, ni calles sucias, ni cables rajando barrios antiguos, ni bloques de hormigón amontonados. Tampoco se ve ningún alma. O casi ninguna. Apenas uno o dos pescadores, cercados de mar y arena. Y ya está. Retrata pues un lugar apeado del mundo, casi irreal: un paraíso solitario. Uno casi diría que Domingo Riera se ha inventado las fotos. No lo ha hecho, claro. Lo que pasa es que su obra es la de un artista: ha seleccionado sólo lo que quería ver y ha desdeñado todo lo demás. Ha diseñado arte, el mejor de los mundos posibles, como decíamos.
Es evidente que Dénia no es así. Que sus calles están pobladas y hasta saturadas de automóviles y turistas y que eso no es sólo inevitable sino posiblemente bueno: al fin y al cabo vivimos de ese negocio. Ahora bien, si nos esforzamos un poco más, las fotos de Riera nos dicen algo más: que esta ciudad dispone de rincones grandiosos; que aún es un magnífico material para los sueños que, eso sí, necesita de muchos más cuidados, de mucho más curro, para que se parezca algo más a como la ve Riera y un poco menos a como es en realidad sin su cámara.
Agradecer a La Marina Plaza que me haya dedicado tan hermosas palabras.
www.lamarinaplaza.com
